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Los de apie

El periodismo como función social

Falta voluntad al gobierno para atender problema de vivienda en Sinaloa, señala investigadora de la UAS

PorRedaccion los de apie

Ene 9, 2024

Arquitecta Noemí del Carmen Ramos Escobar. La vivienda, cada vez más cara.

Culiacán, Sinaloa, 08 de enero 2024. Para que los trabajadores puedan acceder a una
vivienda con espacios adecuados y de calidad, “tendría que haber mucha voluntad de parte
del gobierno”, observó la doctora Noemí del Carmen Ramos Escobar, al explicar que la
construcción de vivienda de interés social ha ido en retroceso por el alto costo de los
insumos, factor que la ha convertido en poco rentable para las compañías constructoras,
provocando un alto déficit de casas habitación en Sinaloa y en el país.
Apuntó que a partir de que la construcción de vivienda se delegó en la iniciativa privada y
el Infonavit dejó de concentrar esa función, surgieron opciones de casa habitación muy
atractivas, pero a un costo tan elevado que las hizo inaccesibles para las mayorías.
Mencionó que anteriormente, estos programas de interés social estaban a cargo de Instituto
del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) y del Fondo de
Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado
(FOVISSSTE), pero después fue delegado a la iniciativa privada.
“Al tener las compañías que producen los fraccionamientos de la iniciativa privada este
permiso o facilidad de poder construir vivienda en serie y ofrecerla, ellos trataron de incluir
en el conjunto habitacional algunos elementos urbanos y arquitectónicos para hacerla más
atractiva y elevar su precio”, puntualizó.
Agregó que difícilmente se podrá regresar a una vivienda amplia con más metros cuadrados
y reducir su costo, debido a la variable económica que se debe reconocer, ya que en la
iniciativa privada existe un interés por tener el valor de consumo en la vivienda, dejando de
lado las cláusulas de las viviendas de interés social.
En ese sentido, destacó que, “al ser vista la vivienda como un valor económico,
difícilmente se va a tener una vivienda que tenga más metros cuadrados, más amplia y que
podamos reducir el costo, porque en la actualidad, las viviendas mínimas están bien
ubicadas en las periferias de la ciudad.
“Ahora, para poder comprar una vivienda, entran los dos sueldos (de la pareja), o dos
préstamos de INFONAVIT y FOVISSSTE, o INFONAVIT y además, se completa con un
crédito bancario, mencionó.
En las actuales condiciones, para que una familia pueda acceder a una vivienda, tendría que
existir un apoyo financiado por parte del Gobierno para que disminuyan los costos, porque
todo lo relacionado con la construcción tiene un valor muy elevado, apuntó.
“Para volver a ello tendría que ver mucha voluntad de parte del Gobierno de asumir una
parte del costo de la vivienda y tener los otros mecanismos de financiamientos”, concluyó.
Según la organización Por el Derecho Humano a la Vivienda Digna, en Sinaloa, existen
más de 400 mil familias que no cuentan con un techo, sin embargo, el Instituto Nacional de
Estadística y Geografía, (INEG), en el apartado cuéntame.inegi.org.mx no avala esta
declaración.

Según el INEG, hasta 2020 la población total en el estado asciende a 3 millones 026 mil
943 habitantes y existen 854 mil 816 viviendas habitadas. No especifica el organismo
gubernamental, un estimado de número de personas por casa habitación.
Aclara, eso sí, que Sinaloa ocupa el décimo octavo lugar nacional en viviendas habitadas y
hasta ahí.
Al respecto, la investigadora de la de la Facultad de Arquitectura de la Universidad
Autónoma de Sinaloa (UAS), recordó que las viviendas de interés social surgieron como
una necesidad para la base trabajadora y sus familias, cumpliendo con requisitos como no
exceder el espacio de 36 metros cuadrados, valor no mayor a diez veces el salario mínimo
elevado al año que se trate, y tener una ocupación de suelo en los límites urbanos, entre
otros como vivienda de dos recamaras, sala, comedor, cocina, estacionamiento.
Añadió que “una de las características que tenía es que se trataba de crear comunidades,
acercando servicios, espacios verdes y zonas recreativas para fomentar la comunicación
entre vecinos, lo que consideró “una muy buena estrategia” para fomentar la preocupación
compartida por las áreas comunes.

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