Culiacán, Sinaloa, 20 de Enero 2025. Al tomar posesión como presidente número 47 de los Estados Unidos, Donald Trump reafirmó su espíritu guerrerista y reiteró que hoy mismo declarara emergencia nacional en la Frontera Sur, y todas las entradas ilegales serán detenidas; designará «terroristas» a los cárteles de las drogas y cambiará el nombre del Golfo de México por «Golfo de los Estados Unidos, además, ofreció «tomar de vuelta» el Canal de Panamá.
Enmedio del aplauso generalizado de la mayoría de asistentes al Capitolio, en Washington, donde fue su toma de posesión, puntualizó que su gobierno enfocará el esfuerzo a recuperar «el orgullo y la excelencia de los Estados Unidos».
Para ello anunció que este mismo día firmará un conjunto de decretos emitiendo las órdenes ejecutivas necesarias «para empezar la restauración entera de los EU y la revolución del sentido común».
Como primer punto, anunció un Decreto para declarar «una emergencia nacional en la frontera sur», por lo que «todas las entradas ilegales» a ese país, serán detenidas de inmediato.
«Empezaremos el proceso de devolver a millones y millones de criminales extranjeros de vuelta a los lugares de dónde llegaron», dijo.
«Vamos a restaurar mi política de Permanecer en México, voy a terminar con la práctica de atrapar y liberar…, y voy a a mandar tropas a la frontera sur para repeler ‘la invasión desastrosa a nuestro pais'».
Añadió que » bajo las órdenes que firme hoy, «también estaremos designando a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras», lo cual fue celebrado con aplausos de 30 segundos, por la mayoría de asistentes a la toma de posesión.
De la misma manera, añadió, que con base en el acta de enemigos extranjeros de 1978, exigirá al gobierno utilizar todos los elementos de las fuerzas estatales y federales para deportar a todas las pandillas extranjeras y criminales «que traen un crimen devastador al suelo de los Estados Unidos, incluyendo las ciudades grandes y ciudades secundarias».
Donald Trump, destacó que como Comandante en Jefe, no tiene otra tarea ni responsabilidad «que defender al país de todas las invasiones y eso es exactamente lo que voy a hacer».
De la misma manera, continuó enfocando sus baterías y espíritu guerrerista en contra de México al advertir que Estados Unidos «reclamará su lugar como la nación más poderosa y respetada de la Tierra, inspirando la admiración y orgullo del resto del mundo».
En ese contexto, adelantó que «de aquí en poco tiempo, estaremos cambiando el nombre del Golfo de México al Golfo de América» y «restauraremos el nombre de un gran presidente: William Mc Kinley al Monte Mckinley.
Refirió a Mckinley como uno de los grandes financiadores de la Construcción del Canal de Panamá y se quejó que aún cuando los Estados Unidos invirtieron enormes cantidades de dinero en ese viaducto, los Estados Unidos han recibido a cambio solo maltrato lo que contrasta radicalmente con el compromiso suscrito por autoridades de ese país.
«Panamá prometió y su trato ha sido totalmente violado», dijo al expresar que durante el cruce por ese canal, las naves de Estados Unidos han sido sobrecargadas por el cobro de impuestos y no han sido «tratados justamente».
«Eso incluye a la Marina estadounidense» y, por encima de todo, acusó a China de estar operando el Canal de Panamá «Y nosotros no se lo dimos a China…, se lo dimos a Panamá…, y lo estamos tomando de vuelta…», advirtió Trump, enmedio de otra andanada de aplausos.
En forma controversial, de amor-odio, el discurso de Trump se centro en encender el espíritu de la guerra entre los estadounidenses, no obstante expresar su deseo de ser reconocido como «unificador y pacificador» del mundo.
Así, ofreció restablecer hoy mismo a todos los miembros de servicio que fueron expulsados del Ejército Estadounidense por objetar el mandato de vacuna del COVID 19, con paga retroactiva al día en que fueron dados de baja.
Aseguró que firmará un Decreto para impedir «que los guerreros sean sujetos a teorías políticas radicales o experimentos sociales mientras estén en servicio».
«Esto va a acabar…, nuestras fuerzas armadas serán liberadas para enfocarse en su única misión: vencer a los enemigos de los Estados Unidos», recalcó.
Prometió que así como en 2017 «reconstruimos el Ejército, (a partir de hoy) construiremos el mayor que el mundo haya visto. Mediremos el éxito no solo por las batallas que ganemos, sino por las guerras que acabemos, y, posiblemente, más importante: por las guerras en las que nunca entraremos».
Dijo que su legado más orgulloso será el de unificador y pacificador: «eso es lo que yo quiero ser, un pacificador y unificador.
Complacido refirió que ayer, los rehenes de Medio Oriente iban de regreso a casa, con sus familias, para luego retornar:
«Estados Unidos reclamará su lugar como la nación más poderosa y respetada, inspirando admiración y orgullo del resto del mundo «.