Culiacán, Sinaloa, 30 de marzo 2025. Al considerar que hasta el momento no existe consenso entre la comunidad científica sobre daños a la salud a causa del consumo de maíz transgénico, Marcial Zazueta, especialista de la Unidad de Biología de la UAS, convocó a centrar la atención sobre el tipo de agroquímicos que se emplean para fertilizar el cereal.
Coordinador de Posgrado de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), refirió que el consumo de maíz transgénico, es aceptado en algunos países que consideran que no representa daños para la salud.
A diferencia, México sostiene lo contrario y ha regulado que solo puede ser consumido por animales.
Ante la regulación del maíz transgénico en el país, Zazueta se pronunció por cuidar las 50 variedades de maíces criollos propios de la nación y de la región para que conserven su riqueza genética, la cual consideró un tesoro de México para el mundo.
Destacó que gracias a las prácticas tradicionales que se hacen de la agricultura, actualmente conocidas como sistemas agroecológicos, su riqueza genética se preserva.
Consideró de importancia que se regule la introducción y siembra de maíces transgénicos, sobre todo en regiones donde se producen maíces criollos.
Mientras los maíces criollos se polinizan al ser esparcidos por el viento, el maíz transgénico produce su propio polen donde va la carga genéticamente modificada, precisó el especialista.
Al interactuar la carga de polen genéticamente modificada con la carga genética del maíz criollo, puede afectar su acervo, dijo al justificar el motivo por el cual no conviene que el maíz transgénico se cultive cerca de las siembras del criollo.
Propuso que la regulación del maíz transgenico debe estar acompañada de los agroquímicos requeridos para su cultivo, como una precaución para proteger la riqueza genética del maíz criollo.
Al definir al maíz transgenico, dijo que el término se aplica a una planta de maíz modificada por la introducción de un gen que produce una proteína benéfica que puede influir en un mayor rendimiento, además de protegerla contra ciertos factores que la pueden afectar, tales como la sequía, plagas u otras condiciones adversas que podrían originar su muerte.