Sobre la calle Rosales, entre Obregón y Juan Carrasco, se encuentra una alcantarilla abierta
y llena de aguas negras; la semana pasada en ella se lastimó Silvia N, una joven empleada
del centro de Culiacán.
Sobre venida Álvaro Obregón, esquina con Rafael Buelna, sobresale de entre la banqueta
una estructura de fierro que igual, ha provocado accidentes a los transeúntes que pasan por
ahí.
