Eduardo Fernández. Acusa a Televisa.
Ciudad de México, 25 de febrero 2024. Eduardo Fernández García, expresidente de la
Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), presentó una denuncia ante la
Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) en la que
afirma que Emilio Azcárraga Jean, Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia, ejecutivos de
primer nivel de Televisa, presuntamente recibieron sobornos en efectivo provenientes de
“funcionarios mexicanos corruptos, gobiernos y partidos políticos”.
Aristegui Noticias tiene copia de la denuncia y de un video en el que Fernández expone los
hechos denunciados.
Televisa afirma que todos los hechos son falsos y acusa a Fernández de extorsión, hecho
que derivó en su detención en Madrid.
En el documento presentado ante la SEC el 6 de octubre de 2022, Fernández García, señala
que los recursos en efectivo fueron gastados a través de una empresa financiera de su
propiedad – mediante engaños-, en la compra de bienes de lujo, como un avión Gulfstream
y un yate, así como para el pago de diferentes servicios en Estados Unidos.
Los hechos ocurrieron entre 2008 y 2011 con diferentes intermediarios.
Para lograr su objetivo, los ejecutivos de Televisa abrieron cuentas corporativas en su
compañía denominada Diversity Investment Corp, a través de las cuales se habrían
realizado 29 “transacciones ilegales y una serie de maniobras furtivas” para presuntamente
lavar 40 millones de dólares que Fernández presume como “sobornos procedentes de las
arcas públicas de México o de otras actividades ilegales y delictivas”
Por lo anterior, el denunciante imputa a Azcárraga Jean, Gómez y Angoitia conductas que
describe como “fraude financiero, lavado de dinero y perjurio”, las cuales representan
violaciones “flagrantes” y “continuadas” a diversas leyes estadounidenses en materia de
valores bursátiles, contra la corrupción, el secreto bancario y anti-lavado de dinero.
En el texto de su denuncia presentada vía electrónica, Fernández García señala que “cuenta
con información original, material y no pública, que demuestra que Televisa y los
ejecutivos de Televisa han perpetrado, durante más de una década, un esquema masivo de
lavado de dinero a través de Televisa para limpiar pagos ilegales”
“Los esquemas de soborno, corrupción y lavado de dinero de los ejecutivos de Televisa
siguen siendo desmedidos hoy en día, con informes noticiosos recientes que corroboran
que esta empresa que cotiza en bolsa es un vehículo para el enorme fraude y engaño de los
ejecutivos al mercado”.
Además, Fernández sostiene que tras la publicación en el diario The Wall Street
Journal en mayo de 2016 de un anónimo que daba cuenta de las operaciones irregulares de
los ejecutivos de Televisa, los propios involucrados, en coordinación con el abogado
Alonso Aguilar y funcionarios de la Procuraduría General de la República que no
identifica, habrían tratado de borrar todas las evidencias del uso de efectivo en las
operaciones de Televisa SAB, debido a la que la televisora cotiza en la Bolsa de Estados
Unidos.
Para el exfuncionario mexicano, la televisora y sus ejecutivos habrían incurrido en el delito
de perjurio, uno de los más graves en Estados Unidos, ya que le habría mentido a la SEC y
a otras autoridades norteamericanas para ocultar el origen de los fondos que se
bancarizaron a través de las compañías Diversityy, una broker-dealer, y Pershing
LLC, mismas que fueron utilizadas como intermediarias.
En su denuncia Fernández explica la ruta que presuntamente siguió el dinero: desde las
cajas de dinero que dice haber visto en oficinas de Televisa, hasta la bancarización con la
intervención del abogado Juan Collado y el uso de la broker-dealer que Fernández fundó en
Estados Unidos, por lo que entregó a la SEC comprobantes de depósito, contratos de cesión
derechos, pago de servicios y órdenes de pago para un avión Gulfstream y un yate, así
como para realizar adquisiciones y el pago de servicios.
Por todo lo anterior, y con base a diversas pruebas y su propio testimonio como
informante, solicitó a la SEC abrir una investigación sobre estos hechos. Además,
denuncia que ha sido víctima de amenazas y acoso constante tras ser culpado por la
televisora de la carta anónima que publicó el diario estadounidense Wall Street Journal en
mayo del 2016.
“Con base en las violaciones a la ley aquí establecidas, el denunciante solicita a la SEC que
intervenga para detener el fraude absoluto de Televisa y los Ejecutivos de Televisa, y que
investigue y presente demandas por violaciones a la Ley de Prácticas Corruptas en el
Extranjero (la “FCPA”, por sus siglas en inglés), la Ley de Secreto Bancario, la Ley
Reguladora del Mercado de Valores, el Código de Rentas Internas y otras leyes y normas
aplicables”, destaca la denuncia.
La Ruta del Dinero
En el documento entregado a la SEC junto con un formulario para iniciar el trámite de su
denuncia, Fernández señala que, durante casi tres décadas se desempeñó como funcionario
de alto nivel en el gobierno federal mexicano, por lo que conoció a los ejecutivos de
Televisa en la década de 1990.
Fernández recuerda que su último cargo, en el sexenio del expresidente Ernesto Zedillo,
fungió como el responsable “en una agencia responsable de regular la industria financiera
de México, en particular el sistema bancario y el mercado de valores del país”, en clara
alusión a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Fernández señala que su relación con los ejecutivos de Televisa data de esa época,
derivado de que la televisora “se encontraba al borde de la ruina financiera”, por lo que el
gobierno mexicano “ayudó en la reestructuración” de su deuda y a que la familia de Emilio
Azcárraga Jean conservara la mayoría accionaria de la empresa.
A su vez, el hijo del fundador de Televisa, Emilio Azcárraga Milmo, “El Tigre”, nombró en
puestos ejecutivos dentro de Televisa a Bernardo Gómez Martínez y a Salvi Folch – quien
fuera responsable de la reestructuración de Televisa-, pero también a asesores externos
como Alfonso de Angoitia Noriega, que más tarde se convirtió en ejecutivo de la compañía.
Las violaciones que denuncia Fernández se habrían cometido cuando Azcárraga Jean era
director general de Televisa; Gómez era Vicepresidente Ejecutivo y responsables de la red
de noticias de la televisora y Angoitia fungía como Vicepresidente Ejecutivo a cargo de la
supervisión financiera de la empresa.
Tras su salida del gobierno mexicano en el año 2000, Eduardo Fernández abrió la
compañía Diversity Investment Corp, una broker-dealer que servía como “un pequeño
corredor de bolsa en la ciudad de Nueva York”, pero que se había registrado en Delaware.
Debido a que Fernández continuaba residiendo en México, durante toda su operación y
hasta su cierre en el año 2012, contrató a dos empleados, uno de ellos corredor de bolsa
experto en en Estados Unidos, un asistente para el empleado principal y dos trabajadores
más de origen mexicanos que laboraban de forma remota
Los empleados en Estados Unidos requerían licencias de la Autoridad Reguladora de la
Industria Financiera y en el momento en que ocurrió el presunto esquema de lavado de
dinero, entre 2008 a 2011, fueron los responsables de concretar las operaciones de Diversity
junto con la empresa Pershing, encargándose ambos de las cuestiones legales y
administrativas.
Tras la creación de Diversity, Fernández aceptó que el abogado Juan Collado, a quien
conocía debido a que lo había representado jurídicamente ante el intento del gobierno
mexicano para encarcelarlo penalmente por violar el secreto bancario en el caso “Amigos
de Fox”, se convirtiera en propietario minoritario del 22% de la compañía.
Debido al encarcelamiento de Collado en 2019, Fernández le recuerda a la SEC que en ese
momento, era “un prestigioso y reconocido abogado en México” y que años más tarde sería
objeto de una investigación por lavado de dinero en Andorra, indagatoria que se cerró luego
de que la Procuraduría General de la República (PGR) descartara la existencia de dinero
ilícito en los ingresos y cuentas bancarias del litigante.
Fernández agrega que en 2008, Collado recomendó a los ejecutivos de Televisa utilizar a
Diversity para bancarizar fuertes cantidades de efectivo que la televisora tenía en sus
manos, recursos que presuntamente provenían de sobornos, pero que Angoitia y Gómez
disfrazaban como procedentes de la venta minorista de donas Krispy Kreme y ropa casual
de la marca Tommy Hilfiger.
Debido a las leyes de Estados Unidos, los ejecutivos de Televisa tenían que abrir tres
cuentas corporativas en la broker-dealer, por lo que contactaron al denunciante para la
apertura de las mismas con el fin de que les prestara el servicio conocido coloquialmente en
México como “bancarización”, un proceso por el cual una institución financiera acepta
efectivo, a menudo en grandes sumas, en cuentas de depósito de la institución.
En una primera reunión, Fernández rechazó bancarizar el dinero a través
de Diversity y/o Pershing, ya que las leyes de Estados Unidos no lo permiten, pero en un
segundo encuentro se le informó que su socio minorista Juan Collado sería el encargado de
bancarizar el efectivo, mismo que después sería transferido a la broker-dealer desde las
cuentas del propio Collado Mocelo.
Una vez que el dinero estuvo en las arcas de Diversity, los ejecutivos le pidieron al
denunciante utilizar sus cuentas corporativas para efectuar pagos por artículos y servicios
como un jet ejecutivo y la construcción de un yate.
A cambio de estas operaciones, los ejecutivos de Televisa se comprometieron a mantener
cierta parte de sus fondos invertidos con el Broker-Dealer en todo momento, por lo que
Pershing aprobó la apertura de una cuenta comercial de la cual los ejecutivos de Televisa
eran los copropietarios y beneficiarios finales.
Dicha cuenta comercial estaba a nombre de Marko Investment, C.V., compañía constituida
en los Países Bajos, con el número de cuenta con terminación 547, por lo que fue necesario
una doble cesión de derechos de Collado y Fernández en favor de los ejecutivos de Televisa
para poder completar la operación.
“El Denunciante exigió la ejecución de estos acuerdos de cesión para aclarar que las
transferencias entrantes a la Broker-Dealer de los activos “bancarizados”, para su
posterior abono a la Cuenta Marko, eran en última instancia propiedad de los Ejecutivos
de Televisa”.
Poco después de la apertura de la cuenta a nombre de Marko Investment en 2008, se
abrieron en Pershing cuentas personales para Gómez y Angoitia, con los números de cuenta
respectivos 4V4-001580 y 4V4-001564, cuyos formularios se adjuntaron como una
evidencia de las operaciones presuntamente irregulares ante la SEC.
El esquema de lavado de dinero incluyó la apertura de las cuentas a nombre de las
empresas Clarinet CV, constituida en los Países Bajos, con número de cuenta con
terminación 556 y MB Consulting CV, también creada en los países Bajos con número de
cuenta con terminación 572.
Así, entre 2008 a 2011, los ejecutivos de Televisa utilizaron dichas cuentas para lavar más
de 40 millones de dólares estadounidenses, que Fernández presume corresponden “a
pagos de sobornos del Gobierno Mexicano”, pero bajo el pretexto de que el dinero
canalizado a Diversity y Pershing procedía de actividades comerciales legítimas.
Un primer tramo de estas operaciones se efectuó entre febrero de 2008 y noviembre de
2009, transacciones en las que, Collado actuó como representante de los ejecutivos de
Televisa.
“Como demuestran las instrucciones de transferencia adjuntas, durante este periodo,
Collado dirigió las operaciones de lavado desde la cuenta de Marko, incluso firmando la
documentación de las instrucciones de transferencia en nombre de Marko”, revela la
denuncia.
En todos los casos, los activos que Collado “bancarizaba”, se transferían a la Broker-Dealer
y posteriormente a las cuentas de Marko y Clarinet. “El denunciante, como se ha señalado
anteriormente, cree que Collado no era consciente del origen ilícito del dinero en efectivo
que “bancarizaba”.
A partir del 6 de noviembre de 2009 y hasta el cese de las operaciones el 12 de mayo del
2011, los ejecutivos de Televisa dejaron de usar la cuenta de la compañía Marko y
cambiaron a las cuentas de Clarinet y MB Consulting.
Además, en junio de 2010, los ejecutivos de Televisa dejaron de utilizar los servicios de
“bancarización” de Collado y, en su lugar, recurrieron para ese servicio a Gerardo
Zurbruggm, un ejecutivo de origen suizo-mexicano que un hombre de toda la confianza
de Rodrigo Guerrero-Gómez, mismo que en ese momento era asistente personal de
Angoitia en Televisa.
“El denunciante cree que Zurbrugg, al igual que Collado y él mismo, tenía la impresión de
que el dinero en efectivo que Zurbrugg “bancarizaba” provenía de una actividad comercial
legítima, basándose en el estatus y la reputación de los ejecutivos de Televisa”, se lee en el
documento.
En todo momento, Eduardo Fernández se deslinda de lo que él denomina una “conspiración
de lavado de dinero” mediante la cual, los ejecutivos de Televisa canalizaron “cantidades
masivas de fondos a las cuentas de las entidades y, en última instancia, lavaron más de 40
millones de dólares”.
Compras de lujo
El denunciante se queja de que sus empresas hayan sido utilizadas por los ejecutivos de
Televisa como “instrumentos de fraude para lavar los pagos de sobornos en efectivo de
funcionarios del Gobierno Mexicano y partidos políticos a Televisa, y para convertir esas
ganancias mal habidas en bienes y servicios de lujo para su disfrute”.
En este marco, revela que siendo los ejecutivos de Televisa copropietarios y beneficiarios
finales de las cuentas ya citadas (Marko, Clarinet y MB Consulting) se puede probar que
adquirieron un jet Gulfstream que se pagó a través de las cuentas Clarinet y MB
Consulting (Prueba Compuesta C, y de un yate de lujo que se liquidó a través de esas
mismas compañías fachada).
El denunciante, a su vez, transmitió esta información al Empleado 1 (el punto de contacto
exclusivo de Pershing en Broker-Dealer), para que Pershing aprobara y procesara estos
pagos (especialmente para las Cuentas Clarinet y MB Consulting.
Fernández señala que entre 2011 y 2012 se enteró que los ejecutivos de Televisa, además
de ser propietarios de las cuentas de las entidades, eran los beneficiarios finales de varias
estructuras offshore, incluyendo fideicomisos, constituidos en paraísos fiscales como Aruba
o Panamá, gracias a que asistió a algunas reuniones en las oficinas de Televisa en Santa Fe.
En dichos encuentros, participaban Gómez, Angoitia, Guerrero y José Luis Fernández -o
alguna combinación de ellos. Fernández era, y sigue siendo, socio del bufete de abogados
fiscalistas Chevez, Ruíz,& Zamarripa (el “Bufete Chevez”), quien supuestamente ayudaba
a los ejecutivos de Televisa a ocultar sus bienes.
El denunciante se enteró en estas reuniones que el propósito de estas estructuras opacas era
ayudar a ocultar la propiedad de los ejecutivos de Televisa de estos artículos y de muchos
otros de extraordinario valor, incluyendo bienes raíces en los EE.UU., y otros jets privados
y yates de lujo.
En una de esas reuniones, le habrían solicitado a Fernández fingir un préstamo de la
Broker-Dealer a las cuentas de la entidad, con el fin de ayudar al esquema de lavado de
dinero, pero se negó por la sospecha de que existía una intención furtiva y fraudulenta,
interrumpiendo así su relación de negocios con los ejecutivos de Televisa.
De los negocios conjuntos a las amenazas
Eduardo Fernández dice que desde finales de 2012 a 2015 no tuvo contacto con los
Ejecutivos de Televisa ni con ningún otro agente o afiliado de la compañía.
Afirmó que en noviembre de 2015, Gómez y Angoitia reaparecieron para preguntarle si
podía ayudar a los Ejecutivos de Televisa a empezar de nuevo con pagos, lo que él dijo que
era imposible porque ya no operaba la entidad financiera.
Gómez y Angoitia, a su vez, insistieron en que el denunciante les ayudara a encontrar otra
institución financiera, de su confianza, para efectuar estos pagos.
Fernández dijo que Gómez y Angoitia lo conectaron con Efrén Yaber, a quien identifica
como un administrador de alto nivel de Televisa y quien lo citó en su oficina, ubicada en
Avenida Chapultepec 28.
Según Eduardo Fernández, durante esa reunión pudo ver dinero en efectivo. Así lo narra en
su denuncia:
En un momento durante esta reunión, Yaber se excusó brevemente de su oficina personal,
donde él y el Denunciante se estaban reuniendo, y el Denunciante se dirigió a una gran
sala de juntas cercana que, en ese momento, estaba abierta y era de libre acceso.
En esa sala, el denunciante vio cientos de grandes cajas, apiladas desde el suelo hasta el
techo, repletas de pesos mexicanos de gran denominación, y que contenían lo que el
denunciante estimó que eran varios miles de millones de pesos.
Para Fernández, es inexplicable que una empresa que cotiza en bolsa tenga semejantes
cantidades de dinero en efectivo, por lo que en su denuncia concluye que es “evidente” que
es de origen ilegal
El 5 de mayo de 2016, The Wall Street Journal publicó la existencia de una investigación
en Televisa a raíz de una carta anónima en la que se exponía que ejecutivos de la empresa
recibieron pagos en efecto de gobernadores, funcionarios federales y partidos para
infomerciales, dinero que presuntamente se bancarizó junto a los ingresos por boletos del
Estadio Azteca.
Eduardo Fernández dijo que se enteró de la existencia de esa carta cuando estaba de
vacaciones en Londres, por una llamada del abogado Juan Collado, quien le dijo que estaba
en las oficinas de Miguel Ángel Osorio Chong, entonces secretario de Gobernación,
Collado, según la denuncia, le dijo que los ejecutivos de Televisa pensaban que él era el
autor de la denuncia anónima y que el gobierno federal “perseguiría implacablemente al
denunciante por exponer el fraude desenfrenado en Televisa”.
Fernández dice que Osorio Chong “amenazó igualmente al denunciante durante esta
llamada”.
Eduardo Fernández escribe que la denuncia publicada en The Wall Street Journal habla
específicamente sobre el jet y al yate comprados mediante su Broker-Dealer, con lo que
“comprendió ahora que eran pagos ilegales de sobornos procedentes de las arcas públicas
de México o de otras actividades ilegales y delictivas”.
Presunta visita a la FGR
Al regresar de Londres, Fernández dice que fue detenido y aislado durante 12 horas en la
Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por la existencia de una
alerta migratoria.
El denunciante se comunicó con el asistente personal de Angoitia y le dijo que si los
ejecutivos de Televisa no se reunían con él filtraría información perjudicial al Wall Street
Journal.
La reunión fue aceptada en una oficina en Reforma y Monte Everest, donde Bernardo
Gómez le dijo al denunciante que en televisa ahora estaban “convencidos” de la
“inocencia” del denunciante sobre la Carta Anónima y su filtración del WSJ, por lo que le
ayudarían a remover la alerta migratoria.
Fernández narra que Gómez se puso en contacto con Eugenio Imaz, entonces director del
Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) para remover su nombre del
sistema migratorio.
La denuncia narra que en esa reunión pudo ver a personal del CISEN en esa oficina,
“incluyendo en un espacio dedicado que Gómez describió al Denunciante como un ‘cuarto
de guerra’”.
Una semana después le citaron para otra reunión, ahora para convencerlo de dar una
declaración ante la entonces Procuraduría General de la República (PGR) diciendo que que
nunca tuvo conocimiento de ninguna transacción o uso de efectivo relacionado con
Televisa.
En ese momento la PGR estaba encabezada por Arely Gómez, hermana de Leopoldo
Gómez, quien se desempeñó durante más de 20 años como ejecutivo en el área de Noticias
de Televisa
Fernández dice que se negó a dar tal declaración, pues sería ‘perjurio’, pero sostiene que
aceptó porque Bernardo Gómez lo amenazó con inventarle delitos con ayuda de las
autoridades mexicanas.
Fernández sostiene que el abogado Alonso Aguilar Zinser, representando a Televisa, lo
acompañó a la FGR paa realizar la declaración. Así lo narró:
Los procedimientos, que ocurrieron en presencia de un fiscal, consistieron enteramente en
que Zinser leyera preguntas guionizadas, y las respuestas falsas y guionizadas del
Denunciante, en el expediente para su certificación por la PGR.
Al final de esta farsa, el Denunciante firmó una declaración escrita, declarando falsamente,
entre otras cosas, que nunca había visto, o siquiera oído hablar, de dinero en efectivo
almacenado o manejado dentro de las instalaciones de Televisa, y que no tenía ningún
conocimiento relacionado con el uso de dinero en efectivo por los Ejecutivos de Televisa.
Zinser conservó todas las copias de esta declaración falsa
Amenazas
Eduardo Fernández narra que buscó a los ejecutivos de Televisa al notar que era blanco de
seguimiento de sus comunicaciones electrónicas y también mediante vehículos.
A finales de noviembre de 2020, Fernández se reunió con Gómez y De Angoitia en la
oficina de Reforma y Monte Everest. Según la denuncia, los ejecutivos de Televisa
reconocieron el seguimiento ilegal de comunicaciones y le advirtieron que no tuviera
ningún contacto con Juan Collado, quien había sido detenido en julio de 2019, ni divulgara
información sobre la Broker-Dealer.
Durante esa llamada, Azcárraga explicó, entre otras cosas, que estaba al corriente de la
reunión del Denunciante con Gómez y Angoitia, que el Denunciante se había “inventado”
cualquier información o afirmación sobre la actividad ilegal de lavado a través de Broker-
Dealer, y que el Denunciante estaba “a un paso en falso” de sentir todo su poder y fuerza.
La llamada con Azcárraga terminó abruptamente.
El Denunciante organizó los registros de Broker-Dealer y recibió información que indica
que los Ejecutivos de Televisa podrían estar lavando sobornos ilegales en efectivo a través
de otras entidades y esquemas en los Estados Unidos
Tras esa llamada, Eduardo Fernández narra que viajó a Estados Unidos para recopilar
información y asesorarse con abogados que conoció mientras fue titular de la CNBV.
A principios de febrero de 2021, durante un viaje a Estados Unidos Fernández dice que
recibió una llamada de Angoitia a su teléfono móvil, amenazándolo “con desplegar al
Gobierno mexicano para detener ilegalmente al denunciante en el aeropuerto a su regreso,
al igual que en 2016”.
Eduardo Fernández narra que respondió con una “amenaza propia”: que revelaría el
esquema de lavado de dinero de los Ejecutivos de Televisa a las autoridades
estadounidenses.(Información en Aristegui Noticias).