De izquierda a derecha: Oscar Blancarte, María Aurora Armienta y Élmer Mendoza.
Homenaje a López Sáenz.
Ciudad de México, 25 de febrero 2024. En sus pinturas, “(Antonio) López Sáenz,
reflejaba exactamente cómo son los sinaloenses. Es un pintor que logra tocar los corazones
de las personas que ven sus obras y ahí es donde uno ve lo que es un gran artista”, apuntó el
científico y ensayista mexicano especializado en religión, Roberto Blancarte Pimentel,
durante la presentación del libro Quince colores para López Sáenz, en la 45 Feria
Internacional del Libro del Palacio de Minería que tuvo lugar en la Ciudad de México.
“El arte es algo que nos permite trascender, los únicos lugares o el único lugar donde siento
que se puede trascender, es únicamente con el arte”, agregó Blancarte al convocar a los
asistentes a conocer e interiorizarse con la obra de López Sáenz y, por supuesto, viajar a
Mazatlán y buscar las referencias que hace el artista de su entorno.
“El arte (de López Sáenz) y su sensibilidad seguirán dejando huella donde quiera que se
encuentren, pero, sobre todo, permanecerán grabados en nuestros corazones, su obra es un
testimonio vivo de la belleza, la pasión y su compromiso con el arte y la humanidad”,
expresó durante su intervención la investigadora galardonada con el premio Gabino
Barreda, María Aurora Armienta.
Quince colores para López Sáenz
“El libro ‘Quince colores para López Sáenz’ se escribió como parte de un homenaje para
alguien a quien no le gustaban los homenajes”, dijo por su parte el escritor sinaloense
Élmer Mendoza.
“(López Sáenz) es un artista, un ser humano que no permitía ningún interés personal o
económico, por encima del arte”, añadió al participar en la presentación del libro.
Durante el homenaje, todos los participantes, miembros de El Colegio de Sinaloa,
recordaron que López Sáenz no sólo fue un artista plástico de obra notable, sino que
también fue un maestro, promotor cultural y miembro de diferentes movimientos e
instituciones, como El Colegio de Sinaloa en donde coincidieron en algún momento y
dentro del cual destacaron su notable participación.
El libro reúne quince ensayos o, en palabras de Aurora Armienta, “quince reflexiones que
buscan rendir un homenaje a una parte breve de su obra plástica, pues era tal la riqueza de
sus aportaciones a la cultura, que nos estamos quedando con poco tiempo”.
La primera edición de este libro fue publicada por El Colegio de Sinaloa y en ella escriben
María Aurora Armienta Hernández, Roberto Blancarte Pimentel, Sylvia Paz Díaz Camacho
y Rubén Félix Gastélum.
Además, hay textos de José Gaxiola López, Antonio Haas, Jaime Labastida, Jaime
Martuscelli Quintana y Élmer Mendoza.
El libro reúne quince ensayos o, en palabras de Aurora Armienta, “quince reflexiones que
buscan rendir un homenaje a una parte breve de su obra plástica, pues era tal la riqueza de
sus aportaciones a la cultura, que nos estamos quedando con poco tiempo”.
La primera edición de este libro fue publicada por El Colegio de Sinaloa y en ella escriben
María Aurora Armienta Hernández, Roberto Blancarte Pimentel, Sylvia Paz Díaz Camacho
y Rubén Félix Gastélum.
También hay textos de José Gaxiola López, Antonio Haas, Jaime Labastida, Jaime
Martuscelli Quintana y Élmer Mendoza.
Otros de los autores, que participan en esta importante obra son Federico Páez Osuna,
Octavio Paredes López, Enrique Patrón de Rueda, José Ángel Pescador Osuna, Diego
Valadés y José Enrique Villa Rivera, todos ellos distinguidos integrantes de El Colegio de
Sinaloa.