Culiacán, Sinaloa, 25 de abril de 2025. Tras lamentar «Con profundo dolor», el hallazgo este jueves 24 de abril, de varias personas que fueron privadas de la vida y sus cuerpos abandonados al interior de un automóvil en los patios de la basílica «Nuestra Señora de Guadalupe», la Diócesis de Culiacán, se pronunció en contra de la muerte y de la violencia.
Además emitió una plegaria para que Dios toque los corazones de quienes siembran el miedo y el sufrimiento y se reconcilien y reconviertan con la verdad, la vida y la justicia.
En un escrito enviado a los medios de información y difundido en su cuenta de X, la Diócesis de Culiacán estableció que no obstante los constantes hechos que estremecen la ciudad «la violencia y la muerte no tienen la última palabra».
Referente a las personas privadas de la vida cuyos cuerpos fueron dejados dentro de un vehículo en patios de la parroquia «Nuestra Señora de Guadalupe», conocida por los sinaloenses como «La Lomita», la autoridad eclesial destacó que, los hechos, «además de estremecer a la comunidad parroquial y la Iglesia Diocesana, vuelven a poner de manifiesto el clima de violencia que persiste en la entidad».
«Cómo Iglesia elevamos la voz con la autoridad del Dios de la vida para clamar: !Basta de muerte! !Basta de violencia!».
En ese sentido, la representación de la Iglesia Cristiana elevó una plegaria dirigida a Dios, por los integrantes de los grupos delictivos en pugna: «Pedimos al Señor que toque los corazones de quienes siembran el miedo y el sufrimiento, para que se conviertan y se reconcilien con la verdad, el bien y la justicia «.
Al hacer referencia a la grey católica de Culiacán y Sinaloa, el escrito señala que esa comunidad está dedicada a buscar la paz:
«No dejemos que el miedo ni la desesperanza venzan. La muerte no tiene la última palabra. Cristo resucitado a vencido al mal y nos llama a ser constructores de la paz».
Para concluir, la Diócesis de Culiacán lanzó una convocatoria a todos los fieles, «a seguir unidos en oración por la paz, a poner en manos de la virgen María de Guadalupe a cada habitante de nuestra ciudad, fortalecer la esperanza en medio de la tribulación y a trabajar unidos como sociedad para sanar el tejido social herido por la violencia y la muerte».