De izquierda a derecha: Ramiro Garza, Marcos García y Silvia Ramírez. Coinciden.
Culiacán, Sinaloa, 12 de octubre 2023. El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya,
debe pedir disculpas por haber ofendido a las mujeres, al haber ofrecido apoyo a un
acosador, mientras que la Secretaria de las Mujeres, María Teresa Guerra Ochoa, debe sacar
la casta o renunciar, señaló Silvia Ramírez, dirigente municipal del Partido Acción
Nacional.
En conferencia de prensa en la que fue respaldada por Marcos García dirigente Municipal
del Partido de la Revolución Democrática y Ramiro Garza, del PRI, Silvia Ramírez,
observó que existe gran indignación entre las mujeres, por las “desafortunadas
declaraciones del gobernador”.
El gobernador debe pedir disculpas
“No es un asunto propiamente de mujeres, sino también de hombres, pues entraña la
seguridad de las hijas, las nietas, las madres, las hermanas…, porque un gobernador debe
cuidar lo que dice, no puede expresarse con ligereza; el gobernador debe pedir una disculpa
pública a todas las mujeres de Sinaloa que hemos resultado ofendidas”, dijo.
Resaltó que las expresiones del gobernador en la conferencia Semanera del pasado 02 de
octubre, realmente “cimbraron el sentir de todas las mujeres” y, en ese contexto, “Guerra
Ocho sería el eslabón más débil”.
“Son palabras desafortunadas del gobernador, cuando permite que un acosador forme parte
de su gabinete y le diga “yo te voy a proteger, nomás ya no lo vuelvas a hacer, ¿dónde nos
deja a nosotras las mujeres, nuestra seguridad, nuestro derecho a no ser violentadas en los
espacios de trabajo?”
Con casta, inexplicablemente hoy, apagada y sumisa
Ante eso, “pueden decir mil cosas, pero ahí lo que está estableciendo es que no hay un buen
gobierno, pues no se están tomando las medidas preventivas para evitar que este tipo de
cosas sigan sucediendo, desestimando así el derecho a la seguridad de las mujeres”.
Sin embargo, atribuyó que la Secretaria de las Mujeres, María Teresa Guerra Ochoa, es
también responsable.
“Si el gobernador hubiera dicho lo que dijo y ella no hubiese estado en el gobierno, ahorita
estaría, tumbando la puerta del gobierno, eso estaría haciendo la señora,, pero no, hoy está
del otro lado y vemos a una Tere Guerra apagada, sumisa, bajo las órdenes de alguien y no
está cumpliendo su trabajo”, acusó.
“Obviamente, cuando los delincuentes ven este tipo de cosas, asumen que en Sinaloa no
hay estado de derecho y pueden hacer cualquier cosa. Acosar, maltratar y hasta matar y
encobijar a una mujer, como lo hemos venido viendo en estos últimos años”, lamentó la
dirigente panista.
Sacar la casta o dejar el puesto
En la conferencia, el perredista Marcos García y el dirigente Municipal del PRI Ramiro
Garza, coincidieron en señalar que el asunto no es propiamente sólo de mujeres, sino de
ciudadanía, y quien no defiende las causas de las mujeres, no puede ocupar la Secretaría
correspondiente, debe dejar el puesto para alguien que sí quiera defenderlas y esté dispuesta
a correr los riesgos.
Tere Guerra, añadió Silvia Ramírez, tiene que volver a meterse en lo que era ella, hacer que
se aplique la Ley, dijo al recordar que, la conoció, cuando se estuvieron discutiendo asuntos
relacionados con el Instituto de las Mujeres y fue junto con otras activistas, quien más
defendió los derechos de las sinaloenses.
“Cuando a ti te designan y eres tú quien tiene que responder a las mujeres, eso lo tiene que
ver ella, sacar esa casta que tiene ¡porque la tiene! y salir a la defensa de todas las mujeres
para que se aplique la Ley a todos los que han acosado y transgredido el derecho de las
mujeres”, señaló Ramírez.
“Y si no está haciendo las cosas que tiene qué hacer, como le corresponde, entonces debe
dejar su lugar a una persona que sí las quiera hacer”, remató.
En este contexto, los dirigentes del PRD y el PRI, consideraron que el tema no es sólo
asuntos de mujeres, pues está de por medio la vida y la seguridad de la ciudadanía entera,
donde las mujeres juegan un rol determinante.
Por lo tanto, exigieron a las autoridades que cada Secretaría cumpla cabalmente con su
función, de modo que, si la funcionaria no puede o no quiere defender a las mujeres y las
niñas, “es mejor que ceda el puesto a otra que sí esté dispuesta a hacerlo”.