Más de 35 millones de votos, ¿por Claudia Sheinbaum o por López Obrador?
Ciudad de México, 17 de junio 2024. La construcción del segundo piso de la Cuarta
Transformación, que entre otras cosas contempla modificar la Constitución para elegir
mediante voto popular a mil 650 funcionarios del Poder Judicial, entre ellos, jueces,
magistrados y ministros, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, puede degenerar en
una acción política, que convertiría en ‘diputados judiciales’ a los nuevos miembros del
Poder de la Judicatura, afirmó el analista político y periodista Rafael Cardona.
En entrevista con Pepe Cárdenas, en Telefórmula, y a pregunta expresa, Cardona considera
que “esa definición de diputados judiciales a mí me parece un acierto, porque es
prácticamente lo que se está buscando (con la reforma propuesta por el Presidente Andrés
Manuel López Obrador) y solamente puedes tener ‘diputados judiciales’ cuando has
partidizado la justicia o pretendes partidizarla”.
“Si el gobierno y el partido hoy, son la misma cosa, como hasta el día de hoy, la misma
cosa son la Presidencia y el triunfo electoral de la señora Sheinbaum, en donde el
Presidente de la República invita a su sucesora a compartir el escenario y ella lo acepta”.
Apunta que Sheinbaum Pardo, presidenta electa, tras haber ganado los comicios del pasado
dos de junio con más de 35 millones de votos, tiene completa solvencia para aceptar o no la
invitación de López Obrador.
“¿Por qué acepta la doctora estas cosas?”, pregunta Cardona y expone tres hipótesis:
-Por el lado pragmático, porque (Claudia Sheinbaum) se va enterando sobre la marcha de
muchas cosas que no sabía durante la campaña, está viendo ahí, in situ cómo opera el
presidente, y qué asuntos él le sugiere que atienda primero, le está ayudando a que cuando
llegue no llegue a un terreno desconocido.
Eso, visto desde el lado pragmático y positivo si uno quiere justificar la obsecuencia de la
candidata ganadora.
Una segunda hipótesis que plantea Cardona, es acerca de las convicciones de Sheinbaum:
-Pero también puede ser por convicción, porque ella se siente feliz de estar en el escenario
del primer piso, para mirar dónde están los muros de carga, y para ver dónde están las
columnas y dónde va a sentar ella el segundo piso que ya empezó a construir.
La tercera puede ser, considera, “una simple gratitud, de decir, bueno, démosle la
oportunidad al Presidente de que yo lo acompañe en los últimos meses de su trabajo para
que no se sienta abandonado, para que no crea en la ingratitud del movimiento”.
Ante cualquiera que sea la respuesta a las interrogantes, Cardona muestra extrañeza por la
postura asumida por la virtual presidenta electa de no decir al presidente que no, cuando
“supuestamente” más de 35 millones de mexicanos votaron por ella y no por López
Obrador:
-La doctora Sheinbaum, tiene en la bolsa, o tiene en su paquete político, 35 millones de
votos, que supuestamente fueron expedidos en su favor, no en favor del Presidente, en favor
de ella, la gente que votó por ella, lo hizo porque ella los convenció de algo, a menos de
que esas personas hayan votado otra vez por Andrés Manuel a través de ella.
-Eso resultaría, expresa Cardona, una “especie de transfiguración y una variable muy
sofisticada de la definición de Cossío Villegas de lo que hace este país, una monarquía
republicana absoluta, sexenal y hereditaria por línea transversal y Morena, eso de Morena
lo agregué yo…pero el caso es que a mí me sorprendió mucho esta frase de la doctora
Sheinbaum ella dice: ‘el presidente puso los cimientos, el primer piso, porque lo que se ha
hecho estos casi seis años, creo que no lo había hecho creo ningún presidente en toda la
historia de México y ahora nos toca seguir sirviendo al pueblo con nuestros principios (los
de él y los míos), sí, es un honor estar con Obrador’”.
-Bueno, el honor de estar con Obrador les toca a cualquiera de sus militantes, pero 35
millones de votos, son para sentirse honrado con 35 millones de ciudadanos, no nada más
con uno, o a lo mejor, mi ortodoxia está equivocada”, dice en conclusión el analista
político.