Ciudad de México, 31 de julio de 2025. Luego de una llamada telefónica sostenida esta mañana entre el presidente de Estados Unidos Donald Trump y la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el gobierno del vecino país, otorgó un plazo de 90 días, para revisar la situación arancelaria que podría derivar en nuevos y más altos aranceles o en la firma de un nuevo acuerdo comercial.
En sus redes sociales y una vez concluida la llamada con la presidenta, Donald Trump refirió el acuerdo de extender por 90 días el mismo acuerdo suscrito meses atrás, lo que implica que se mantendrán los mismos aranceles del 25 por ciento para la importación de automóviles, el fentanilo y productos no cubiertos por el T-MEC.
Así como el impuesto del 50 por ciento al acero, aluminio y el cobre
En la víspera de entrada en vigor de nuevos aranceles para otros socios comerciales de los Estados Unidos, el presidente Donald Trump, consideró que con México se tiene una relación especial dado «las complejidades de un acuerdo con México» las cuales consideró diferentes al resto de los paises, debido a los problemas y ventajas de las fronteras compartidas y sobre todo, porque México ha eliminado numerosas barreras comerciales no arancelarias, que consideró benéficas para los Estados Unidos.
Por su parte, través de su cuenta X, la presidenta Claudia Sheinbaum consideró un logro importante el plazo de 90 días, otorgado por Trump, para revisar el tema.
Dijo al respecto:
«Tuvimos una muy buena llamada con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Evitamos el aumento de aranceles anunciado para mañana y logramos 90 días para construir un acuerdo de largo plazo a partir del diálogo».
Enseguida citó, que durante la llamada, estuvo acompañada por el secretario de Relaciones Exteriores de México, Juan Ramón de la Fuente, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard y el subsecretario para asuntos de América del Norte, Roberto Velazco.
El acuerdo de un nuevo plazo de 90 días, ha desatado la polémica, mientras algunos analistas consideran que con ello se otorga un respiro para la planta de exportación en México, otros consideran que solo servirá para que continúe la incertidumbre de no saber qué pasará mientras continúa el riesgo de que finalmente, si el gobierno mexicano no accede a las expectativas de Trump, este finalmente implemente nuevos aranceles como castigo.
Sin embargo, hay quienes consideran que la postura de Trump, es finalmente resultado de las presiones internas de los estadounidenses que han venido cuestionando a su presidente, por la falta de resultados en la economía, dado los elevados niveles de la inflación, la cual se vería incrementada, con nuevos y más altos aranceles a los productos mexicanos, ya que más de un 80 por ciento de su mercado de frutas y verduras, proceden de México.