Ciudad de México, 09 de junio 2024. “Con mayoría calificada en la Cámara de Diputados
y mayoría en el Senado, profundizaremos la transformación para seguir construyendo un
país con bienestar y prosperidad compartida”, estableció en su cuenta de X, Mario Delgado,
dirigente nacional de Morena al sostener que cuentan con “supermayoría” en la Cámara de
Diputados pero no así en la Cámara de Senadores.
Según el cómputo de las elecciones federales dados a conocer por el Instituto Nacional
Electoral (INE) el pasado 04 de junio, Claudia Sheinbaum, de Morena, será Presidenta de
México a partir del próximo primero de octubre al haber obtenido 35 millones 874 mil 313
votos, equivalentes al 59.7% de las preferencias electorales de los mexicanos durante las
elecciones del pasado domingo 02 de junio.
Con 372 de los 500 diputados que conforma la Cámara Federal, Morena alcanza amplia
mayoría o como dice Mario Delgado “una supermayoría”, pero no así en la Cámara de
Senadores, donde no cuentan con los dos tercios de manera directa, aunque sí con el apoyo
de los Partidos Verde Ecologista de México y del Trabajo, con quienes han ido en alianza
en los últimos procesos eleccionarios del país.
La mayoría calificada en el Senado, es indispensable para que Morena, pueda hacer
efectivas un total de 20 reformas constitucionales que cambiarían el rostro de la República
Mexicana, entre ellas la desaparición del Instituto Nacional de Acceso a la Información
Pública (INAI), una modificación sustancial a la Suprema Corte de Justicia de la Nación
(SCJN), para la cual el presidente López Obrador pretende que sus magistrados sean electos
por el voto popular, además de que la Guardia Nacional pase a ser parte de la Secretaría de
la Defensa Nacional, (SEDENA), agudizando con ello el proceso de militarización que vive
el país.
Hasta el momento, la coalición Sigamos haciendo historia, formada por Morena-Partido
Verde y Partido del Trabajo, disponen de un total de 83 escaños de los 128 del Senado,
“apenas dos menos de la supermayoría de 85 escaños”, que ocupan para aprobar sin
problemas el citado paquete de reformas, según ha difundido Mario Delgado.
Lo real es que mientras la oposición a Morena advierte que impugnará las pasadas
elecciones por considerar que el triunfo de Claudia Sheinbaum es producto de un proceso
electoral viciado, donde campearon las viejas mañas del PRI, y el uso abusivo de los
programas sociales de frente a una mayoría que supera los 50 millones de pobres, además
de la compra directa del voto, chantajes y amenazas operadas por la delincuencia
organizada, por parte de la oposición no se ven hasta el momento acciones más allá de la
discursiva.
No obstante, un amplio número de ciudadanos están a la espera de que Xóchitl Gálvez,
candidata por la coalición Con la fuerza del corazón por México, quien perdiera la
presidencia de la República ante Claudia Sheinbaum, emprenda las anunciadas “acciones
de resistencia civil” que iniciarán con la impugnación del proceso, con lo cual estima
podría revertir la posición de Morena en las cámaras.
Mientras tanto persiste una caída brutal del peso frente al dólar, según analistas, propiciadas
por la incertidumbre de los mercados ante el monopolio evidente de los órganos legislativos
por el partido oficial, el cual amenaza con la imposición de las reformas constitucionales,
muchas de las cuales obviamente no son del agrado de los inversionistas nacionales y
extranjeros.
“Esa caída del peso frente al dólar, no es otra cosa que la fuga de capitales de México hacia
otros países a causa de la escaza confianza en el gobierno mexicano”, han señalado algunos
analistas.
Ellos recuerdan que antes de las elecciones, el dólar estadounidense cayó apenas por
encima de los 16 pesos, por lo que llegó a considerarse un peso sumamente fuerte. Pasadas
las elecciones el dólar estadounidense se ha incrementado por encima de los 18 pesos, lo
cual es indicativo de la debilidad de la moneda mexicana.