Rosa Lidia Félix. Inicia huelga de hambre en Catedral y convoca a la solidaridad por los
desaparecidos en esta ola de violencia.
Culiacán, Sinaloa, 04 de noviembre 2024. Luego de que el pasado 31 de octubre perdiera
todo contacto con su hijo Jesús Tomás Félix Félix, Lidia Félix Camacho, se instaló en
huelga de hambre por tiempo indefinido, y anunció para este martes 05 de octubre a las 12
horas, una misa en La Lomita y de ahí buscará una entrevista con el gobernador Rubén
Rocha para hablar del tema de su hijo y de otros desaparecidos, pues aseguró que de todas
maneras no consigue comer ni dormir, al no saber la situación de este joven, el cual
sostiene “está vivo y vivo regresará a su casa”.
Sentada en una silla bajo la escalinata de Catedral Nuestra Señora del Rosario, mudo
testigo del batallar del pueblo sinaloense, de otras madres con hijos desaparecidos, de los
Sin Casa, de los Pepenadores, de los campesinos sin tierra, de los agricultores por precio de
sus cosechas, por su pago oportuno, de padres de familia, trabajadores y estudiantes en
defensa de la autonomía universitaria, de los trabajadores del Poder Judicial, de las viudas
de policías por el pago de una pensión y muchas otras más, Rosa Lidia Félix, asegura que
de ahí no se moverá hasta que aparezca el gobernador Rubén Rocha Moya.
Está segura que en esta lucha, cuenta con el respaldo de otras madres buscadoras: el
Colectivo Sabuesas Guerreras, el Colectivo de Madres “Hasta encontrarte”, de Madres
Buscadoras de Familiares Desaparecidos por el Ejército, entre otras organizaciones, por lo
que anunció que además de una misa en catedral este martes 54 de noviembre a las 12
horas, también buscará audiencia con el gobernador Rubén Rocha Moya, máxima autoridad
en el estado para que le ayude a buscar a Jesús Tomás.
“Señor gobernador, usted es padre y yo le pido que me ayude a encontrar a mi hijo…, el
pasado 31 de octubre salió con un amigo y ya no regresó a la casa…, desde entonces lo
estoy esperando, soy una madre dispuesta a llegar a lo que tenga que llegar con tal de verlo
regresar a casa…, ayúdeme por favor…, usted puede hacerlo…, no me abandone en esta
lucha…”, se le oye decir a través del megáfono mientras la gente que pasa se acerca
solidaria.
La historia de esta búsqueda es la misma que se repite por todos los rincones de México y
en este caso, en particular por Sinaloa.
El pasado 31 de octubre, su hijo Jesús Tomás Félix, de 32 años, le informó que iría a casa
de un amigo a la cual llegó a las 8:30 de la noche. De ahí salió a la 1.50 minutos de la
mañana, cuando le comunicó que iba de regreso a casa.
“A esa hora salió (del domicilio ubicado) en (calle) Jacarandas”, colonia La Campiña, de
esta ciudad.
Al ver que el joven no llegaba, ella le marcó y ya no respondió el teléfono celular. Dejó
algunos rastros, comenta Rosa Lidia.
A las 2 de la mañana con 17 minutos, le llamó a una amiga, que no respondió porque estaba
dormida; a las 3 de la mañana, llamó a otra amiga, que tampoco respondió por el mismo
motivo.
“Supongo que fue en ese intermedio que alguien lo levantó y me dejó en esta agonía”.
Menciona que como parte de su búsqueda, ha preguntados entre sus amistades, ha recorrido
las orillas de drenes y canales, visitado pueblos cercanos, sin dejar de lado hospitales y el
Servicio Médico Forense (Semefo).
Fue así como encontró que su hijo se había comunicado con las dos amigas y ambas
coinciden que fue después de las 6 de la mañana que vieron las llamadas perdidas y las
respondieron, pero Jesús Tomás ya no contestó y su teléfono mandó a buzón.
“Desde entonces vivo esta agonía”, expresa mientras su voz que se atora en la garganta.
“No puedo comer porque no sé si mi hijo estará comiendo…, no puedo dormir porque no sé
cómo estará mi hijo…, por eso inicio esta huelga de hambre…, aquí me voy a quedar…, el
gobernador sabe si quiere que aquí me muera y no me viene a ayudar para que mi hijo
aparezca…, es lo único que me importa…, soy madre…, ¿qué más puedo decir?