Doctorante Evangelina Ávila. Se reducen los días de lluvia al año, pero no la cantidad de
agua que cae.
Culiacán, Sinaloa, 23 de junio 2024. Las inundaciones en la ciudad de Culiacán no solo se
deben al deterioro de los sistemas de drenaje pluvial, sino también por cambios en la
cobertura de suelo deteriorando el drenaje del sistema de cuenca, imposibilitando así la
filtración de esa cantidad de agua, al igual que los efectos generados por el calentamiento
global, informó Evangelina Ávila Aceves, doctorante del Posgrado en Ciencias de la
Información.
“Si hacemos una métrica de la cantidad de agua que cae al año, cae exactamente la misma o
cae en dimensiones muy parecidas a la que ha caído año con año, sin embargo, la cantidad
de días con lluvia al año se está reduciendo; si bien tenemos una misma cantidad de agua
que años anteriores, nos caen ahora en un evento o en dos, nos están cayendo días de
precipitación con mucha precipitación que el sistema de drenaje no logra filtrarse, y en las
presas no se logra retener”, explicó
De la misma manera, señaló que con la sequía prolongada que se ha dado en el estado, los
suelos son menos susceptibles a absorber el agua, aumentando el riesgo de inundaciones en
estas zonas, y con base en el historial del clima que se ha generado en la ciudad, es muy
probable que se vuelvan a sufrir estos eventos.
“No es lo mismo tener un tiempo con poquita precipitación, poquitos milímetros de agua
precipitada, el agua, el suelo tiene esa capacidad de estar filtrando, sin embargo, al
reducirse el número de días de precipitación, tenemos una sequía prolongada, pues el suelo
se compacta, pes por eso que al llegar de repente una precipitación voluminosa, de pronto
se satura y nos provoca esos eventos de inundaciones”, indicó.
Dijo que si bien, existe un atlas de riesgos, los datos de este no coinciden con algunas zonas
en las que se presenta un aumento de agua debido a la desactualización, a esto, habría que
sumarle la falta de información por parte de estaciones de aforo que permitan la medición
de ríos y arroyos que puedan presentarse como puntos de riesgos para la ciudadanía.
“Por eso son puntos rojos, puntos de peligro extremo, que se ha llegado el caso de cobrar
vidas humanas, son puntos que se tienen que estar aforando y no se cuenta en la ciudad con
esos datos que nos puedan decir la cantidad de peligro o cantidad de agua que podamos
tener en esos puntos, y de ahí la razón por la que estos trabajos tienen que estarse
actualizando”, comentó.
Ávila Aceves puntualizó que la metodología que utiliza dentro de su investigación le
permite determinar no solo los ríos, sino también arroyos, calles, cruces, canales y avenidas
que son prospectas a sufrir inundaciones, que no son detectables o publicadas en el atlas de
riesgos, pero necesita del apoyo de la ciudadanía