Sólo con un beso

Romeo y Julieta, de Julius Kromberg, 1889.

No espero de ti, tus mejores días
o miles de rosas cubriendo mi almohada,
ni pretendo un sueño lleno de alegría
que luego se esfume por la madrugada.
Regálame siempre tu cuerpo sediento,
el ceño en tu frente si te hacen daño
la paz que dormita cerca de tu aliento,
igual esta noche que al pasar los años.
No te pido el cielo ni todos los besos,
dame sólo uno, con toda tu alma
que erice mi piel, que cale en mis huesos,
y sea inevitable que pierda la calma.
Que tu voz serena de cada mañana,
me endulce el café, dame, solo eso…
Tus ganas de verme aun despeinada,

y el tocar el cielo, solo con un beso.
Lucy Pintor

By Lucy Pintor

3 Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Relacionados