La Izquierda, los procesos políticos sociales y el progresismo

La izquierda es una ideología política que promueve y defiende los postulados de la
equidad social, la justicia social, la democracia, el ecosocialismo y el respeto a los derechos
humanos etc. en contraposición a la clase social (burguesía) que controla el poder
económico, político, cultural y mediático de la sociedad y que defiende sus intereses frente
a las demandas de las clases sociales desprotegidas apoyado en un sistema de partidos que
opera a su favor como contensor del avance de los procesos sociales reivindicativos y su
lucha por la consolidación de la democracia.

La izquierda propone una intervención del Estado en la economía para garantizar el
bienestar colectivo y una distribución equitativa de la riqueza. Se opone al capitalismo, al
imperialismo, al fascismo, al neoliberalismo y a cualquier forma de explotación, se
identifica con los movimientos sociales justos y reivindicativos, con los movimientos
sindicales que luchan por alcanzar la democracia sindical y la consolidación de sus
derechos laborales y las mejoras salariales, los movimientos feministas y los movimientos
populares que luchan por la emancipación de los sectores más desfavorecidos y oprimidos
de la sociedad. En ese sentido, la izquierda asume la noble tarea de promover el desarrollo
de los procesos sociales encaminados a enarbolar los postulados referidos.
La participación y la ideología de la izquierda en los procesos sociales emanados del seno
de la población desprotegida, da la pauta para que se desarrollen con dimensión social. Los
procesos políticos con dimensión social son aquellos que involucran la participación, la
movilización, la organización y la representación de diversos actores sociales en la
búsqueda de sus intereses, demandas, derechos y valores dentro del sistema político. Estos
procesos pueden expresarse a través de diferentes formas, como los movimientos sociales,
los partidos políticos de izquierda, las organizaciones no gubernamentales, los sindicatos
democráticos, las asociaciones civiles, etc.
Los procesos políticos sociales con dimensión social tienen como finalidad incidir en las
decisiones públicas, influir en la agenda política, transformar las estructuras de poder,
mejorar las condiciones de vida de la población y se desarrollan en un contexto histórico,
cultural y económico determinado, estando sujetos a cambios y conflictos según las
coyunturas, su orientación ideológica y las correlaciones de fuerzas.
En la actualidad, los procesos sociales y políticos se desarrollan en el marco la política
progresista del gobierno de AMLO que a diferencia de gobiernos anteriores no tiene entre
sus políticas la represión y da un margen de apertura para la participación social en asuntos
de la democracia ya que su gobierno lo ejerce con apego a una doctrina política y social
orientada hacia el desarrollo de un estado del bienestar, la defensa de derechos civiles, la
participación ciudadana y cierta redistribución de la riqueza. En este sentido, el
progresismo de López Obrador defiende, en líneas generales, el. reparto de las riquezas y la
justicia social, así como también lo que se consideran mayores avances o progresos en
materia sociocultural.
Los movimientos sociales y los gobiernos progresistas han sido una parte importante de la
política latinoamericana en las últimas décadas. Estos movimientos han luchado por la

justicia social, la democracia y el combate a la pobreza que ha sido históricamente desigual.
Los gobiernos progresistas han intentado implementar políticas que reduzcan la pobreza y
la desigualdad, y que promuevan el desarrollo económico y social. En síntesis. Esto se
puede decir que los gobiernos progresistas descansan su tarea política y social en los
siguientes aspectos: apertura democrática y política, política asistencialista de gobierno, las
libertades personales y la intervención del estado en la economía y promueve el desarrollo
sociocultural entre otras cosas sin mayores trascendencias.
El progresismo defiende la democracia como forma de gobierno y la existencia de
pluralismo político. En este sentido, el progresismo es una ideología política enmarcada
dentro de la visión socialdemócrata, que es una ideología política que busca promover
la justicia social y la igualdad en el marco de una economía capitalista y una democracia
representativa. La socialdemocracia propone la intervención del Estado en la economía para
regular el mercado, redistribuir la renta y garantizar el Estado de bienestar y los derechos
sociales de la población. La socialdemocracia se diferencia del socialismo por aceptar la
propiedad privada de los medios de producción y el pluralismo político.
En este contexto sociopolítico, la izquierda debe asumir de frente a la coyuntura del 2024 la
tarea de construir la articulación de los procesos sociales con la política de izquierda,
considerando para ello algunas estrategias, como:
● Integrar la política económica y la política social, buscando eslabonamientos
productivos, políticos y sociales entre los sectores más dinámicos y los más rezagados,
promoviendo una fuerza política-social que promueva el desarrollo de procesos políticos
transformadores orientados a un horizonte estratégico más allá de la coyuntural electoral y
que contribuya en profundizar la cuarta transformación.
● Fomentar el diálogo, la participación ciudadana y la descentralización en la gestión
de las políticas sociales de los aparatos políticos burocráticos, aprovechando las
experiencias exitosas de algunos sectores y organizaciones no gubernamentales.
● Superar los mitos de la política social, como que es un gasto improductivo, que
depende sólo del Estado o que se basa en el asistencialismo, y reconocer que es una
inversión estratégica, que requiere de alianzas entre diversos actores y que se orienta a
garantizar derechos y generar capacidades para el mercado laboral y la consolidación del.
Estado de bienestar, sin olvidar que es parte del tránsito hacia una sociedad igualitaria.
Ampliar la capacidad articuladora y representativa de la izquierda socialista con la mayoría
social, mediando en principio sus procesos sociales y electorales, y ofreciendo una
alternativa de una verdadera transformación social frente a las políticas neoliberales y
socialdemocrátas que han generado desigualdad, pobreza y exclusión.