Culiacán, Sinaloa, 7 de septiembre de 2025. Al señalar «estamos hartos de la violencia, de los narcos, de los narcopoliticos y de todos aquellos que violentan la vida de esta ciudad, que nos han quitado la paz y nuestras libertades», Manuel Clouthier Carrillo, celebró la decisión de los sinaloenses de tomar la calle para lanzar un mensaje enérgico: «Culiacan tiene dueño y los dueños son los culiacanenses, no son los malandros», dijo.
Entrevistado en el marco de la marcha de este día en que miles de ciudadanos abarrotaron la avenida Álvaro Obregón, desde La Lomita hasta Catedral para gritar «!Ya basta! de violencia e inseguridad», exigir a las autoridades acciones efectivas contra el crimen, poner fin a ola de asesinatos y desapariciones forzadas, Clouthier Carrillo, puso el acento sobre la importancia de que la gente haya salido y se atreva a externar su rechazo a una situación anormal.
Acusó al gobierno de pretender «normalizar» la violencia e inseguridad que a un año de distancia ha dejado a los culiacanenses con miles de muertos y desaparecidos; negocios en la ruina y una economía devastada.
Asegura que, «el Culiacan que queremos, tenemos que luchar por él, tenemos que construirlo de nuevo, rescatarlo, pues no podemos perder el territorio que están ganando los malos», dijo al referirse al crimen organizado.
Los culiacanenses y los sinaloenses en general, «estamos hartos de los narcos, de los narcopoliticos y de todos los que violentan la ciudad y nos quitan la paz y las libertades», añadió para celebrar que este domingo 7 de septiembre, la gente haya tomado la calle en demanda de paz, pues «!Ya basta!» de violencia e inseguridad.
«Culiacán tiene dueño, -recalco- y los dueños son los ciudadanos, no son los malandros «.
Añadió finalmente, que con manifestaciones como esta, la sociedad en su conjunto manda un mensaje para decir a México y al mundo, que está tratando de reconstruir, de recuperarse de un problema que se generó durante décadas, y reconstruir esta ciudad, este estado, es un proceso que llevará décadas, pero evidentemente, Culiacán podrá recuperar la paz y la tranquilidad «aunque se tarde».